Las mentiras del gobierno colombo-estadounidense presidido por Álvaro Uribe Vélez

Cosas de locos.  Dicen que en los EEUU no se aplican esos golpes de Estado convencionales que ellos aplican en América Latina, por ejemplo, porque no tienen embajadores de ellos mismos en sus tierras:  donde EEUU instala un embajador, hay la probabilidad de un golpe de Estado, si el país receptor de semejante orangután se porta mal.  Se dice también ─con cifras─ que desde la implantación del Plan Colombia ha aumentado la actividad narcotraficante, y uno recuerda el caso Irán-Contras, cuando el gobierno de los EEUU utilizó dinero proveniente de la venta de “mafafa” para financiar una guerra contra la Revolución Sandinista.  Otro punto es que el plan Colombia acabó casi con la guerrilla, aunque hayamos oído hace poco que la guerrilla le asestó un golpe lamentable al ejército colombiano, con numerosas bajas.  Lo ha dicho Uribe hasta el cansancio, y lo citamos más porque parece funcionario estadounidense que presidente de Colombia:  liquidamos a las FARC, hemos controlado el narcotráfico gracias al Plan Colombia.  Pero..., ya usted ve:  se instalan 7 bases militares aduciéndose necesidad de control guerrillero y más recursos para “luchar” contra el narcotráfico, es decir, más ayuda gringa.  ¿Quién lo entiende?  EEUU casi aduce que de pertenecerle Colombia arreglaría el problema, pero ¿quién le cree?  En Puerto Rico, su cuasi colonia, “controlan aire, mar y tierra, la aduana, la inmigración,  y sus guardacostas rondan las aguas circundantes a la Isla, y sin embargo, Puerto Rico es un paraíso para los narcotraficantes”.  ¡Que va:  a otro con ese cuchillo de cartón!  Véalo claro:  EEUU realiza tanto rodeo porque no ha podido nada contra la Revolución Bolivariana y, agotados de financiar tanto golpe en su contra, parecen ya decididos a dar su zarpazo de guerra para finalmente hacerse con las reservas de petróleo de Venezuela, las mayores del mundo.  ¿Quién le puede creer a los angelitos? Pero en lo que nosotros atañe, colombianos o latinoamericanos: no sólo debe de ser maldito el soldado que usa sus armas contra el pueblo, sino también, y en medida mayor, un presidente que vende el alma de su nación. Sin duda, ha hecho historia Álvaro Uribe Vélez.

EEUU narcotraficante ajusticiando a los demás por narcotráfico

Siguen los EEUU con sus mariqueritas:  identifican 20 países productores y puentes del narcotráfico.  ¿Y ellos qué son?  Son líderes en consumo de cocaína.  ¡Ah, pero es que no hablamos de consumo, sino de producción!  Bueno, da igual:  son líderes en producción, por ejemplo, de marihuana.  Usted lector, averígüelo.  Esta al alcance de la mano en la Internet. Es una información puteada, como dicen.  Difícilmente se haya visto tanto cinismo antes:  se enfocan en “producción” porque creen que los demás son pendejos y no notan su consumismo y adicción (ni recuerdan el caso Irán-Contras, cuando financiaron la guerra con el dinero proveniente del nartráfico).  También hay tontos que creen que los demás lo son, y hasta más que ellos.  No obstante, con semejante discurso cazabobos han sometido al mundo.  Y el mundo, pues, necesariamente, ha de ser una redondeada pendejada.  Lo último en materia de narcotráfico y certificaciones es la inclusión de Bolivia, Venezuela y Birmania en una lista de países que no se han comportado “de manera demostrable” respetuosos por los acuerdos internacionales en contra de las drogas.  ¡Joder con este país! ─como dicen los españoles─.  Vea usted el propósito de fondo contra los países mencionados:  la verdad es que se preocupan porque son naciones que se le han sustraído de su influencia y cultivan relaciones comerciales con otras potencias emergentes, como China.  Tales países poseen enormes riquezas minerales que le hacen llorar a pierna suelta por su eventual pérdida.  Bolivia es prácticamente una mina, Venezuela nada en petróleo y Birmania flota en gas.  Harán lo posible por descalificarlos, sea ya como narcotraficante, guerrillero, comunista, terrorista y, si no funciona, hasta de extraterrestres. No hay que ser inteligente ─como ellos─ para adivinar el futuro en la materia.