La verdad es que el asunto de las marchas de los obreros y empleados universitarios consterna. Da pena, y pavor. ¿Por qué lo dicho? ¿Porque sean “presuntamente” opositores políticos que reclaman unos ajustes salariares y se aprovechan de la ocasión para desestabilizar al país? Nada de eso, sino al contrario. Los empleados y obreros universitarios ─lo puedo decir con pruebas y propiedad─ son el último filón chavista (digámoslo así para entendernos mejor) que se mueve en medio de una universidad que se la tragó el sistema burgués consumista en los últimos años, ideológicamente amante de idolatrías extrañas. Todo el mundo lo sabe: la Universidad Central de Venezuela (UCV) se convirtió en un reducto político de profesores y mayoritarios estudiantes opuestos al gobierno del presidente Hugo Chávez. A la calladita implantaron un sistema de selección digamos burgués sobre sus nuevos ingresos; a la calladita nunca obedecieron las reglas impuesta por las leyes en lo concerniente a la igualación social; a la calladita birlan y burlan fondos para hacer política. Sólo los obreros y empleados, mezclados, en su mayoría, se han mantenido críticos y resistentes al discurso aburguesado de la dirigencia académica de la UCV; pública y notoria desde un principio es la postura del principal presidente de uno de esos gremios, Eduardo Sánchez, afecto al proceso de cambios que vive el país, pero que en la actualidad se ve obligado a tirar la toalla y pronunciarse contra la Ministra del Poder Popular para la Educación Superior, Yadira Córdova, en defensa de los derechos de sus agremiados. ¿Por qué el pavor que menciono al principio? ¡Cónchale, vale, es un colmo hasta la pregunta! ¡El último filón chavista de una universidad aburguesada sale a reclamar sus derechos y diferencias de ajustes salariales respecto de los profesores y ocurre que lo apalean cuando marcha (como en la IV), VTV no cubre sus marchas sino Globovisión (siempre alborotando el caldo) y le hacen la burla del típico peloteo venezolano a sus reclamos! ¡Es indignante! Todo se lo dieron a los profesores cuando el aumento laboral. Sólo les dejo esta perla: a los empleados y obreros les aplicaron un tabulador derogado para darle todas las ventajas a los profesores; de ahí que, por ejemplo (y les dejo esta otra perla), el aumento no fue de un 40% realmente, sin mencionar barbaridades como que la prima por hijo de un profesor es casi triplicante respecto de la de un obrero o empleado. La universidad no quiere cambiar y la ministra de un gobierno revolucionario no quiere procurar el cambio con su actitud, para seguir con lo mismo: el voto de un profesor valiendo por 4 con respecto al de los estudiantes y ahora sabiendo que sus hijos también valen mucho más que el hijo de un venezolano de profesión obrero o empleado. ¡Así no, así no me gusta ministra Córdoba!
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes