Conociendo la naturaleza desleal, baja y farandulera del nuevo concepto de periodismo amoral y antiético del mundo globalizado, el nuevo gobernador de Nueva York junto a su esposa, David Paterson y Michelle Paige (sucesor del Spitzer, el adicto a las prostitutas), no perdieron la primera rueda de prensa para sacar al aire las infidelidades cometidas en su vida de pareja, de lado y lado, antes que los señores periodistas les descubran sus ollas podridas. Él, hombre invidente y de raza negra, cantó su amorío con una chica a la que llevaba a determinado hotel; ella hizo lo propio y contó brevemente sus peripecias con su amante. Todo ello antes que los señores periodistas, para quienes no existe una vida privada, descubran los "secretos" y los presenten como unos follones redoblados tirándoselas de "buenos ciudadanos" con autoridad moral para ejercer primeras magistraturas. Por supuesto, habrá que considerar semejante rueda de prensa como un acto humillante para la condición profesional de los llamados periodistas, a los que se convoca para, en vez de darle información sobre una gestión de gobierno que comienza, declararles dónde se ha derramado semen y dónde no. ¿Suena como que para eso no se requiere ir tanto tiempo a una universidad, ¿verdad? Parece oficio de vieja chismosa. Algún día el político tendrá que hacerle el amor a su mujer con la cámara fotográfica y la máquina de escribir del periodista dentre de la habitación.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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