Se jodió McCain

A una semana de las elecciones presidenciales, Barack Obama descuella con ocho puntos sobre su rival republicano, John McCain.  La seguridad de Obama es tal que las últimas contiendas con su rival se desarrollan sobre territorio republicano, lo cual dice mucho de cómo anda la cosa de conquistada por el senador negro.  Se jodió McCain, y no por viejo, feo, héroe militar (esto ya no compra ni vende a nadie) o republicano; se jodió por dos razones.  Una:  nadie que comulgue ideológicamente con la causa de una gestión tan nefasta como la de George W. Bush tiene posibilidad de ganar nada, mucho menos de remontar.  George W. Bush mató, prácticamente, a su compañero de partido McCain, y habría matado a cualquiera diferente que se hubiese postulado a la presidencia del país.  Simplemente es un claro ajuste de cuentas que el electorado le pasa a la factoría republicana por su desastrosa política exterior e interna, última ésta imperdonable con la burla de un gobierno ayudando a los banqueros en medio de la crisis financiera.  Dos:  EEUU se estremece internamente con nuevas realidades culturales, mismas que afectan la percepción y visión de mundo de sus habitantes.  Dentro de unos 30 ó 40 años los blancos no serán mayoría en el país, siendo desplazados por las minorías presentes, la negra con seguridad.   Ello, naturalmente, tiene un efecto de cambio de percepción en la visión de mundo de la gente, hecho que habrá de encaminar al país del norte hacia perturbadores (para la clase dominante) ajustes de carácter social.  Obama mismo, como negro que es, a punto de ganar las elecciones, ya habla de un cambio de actitudes.  ¡Que un negro gane la presidencia en los EEUU!  Sin duda sería un signo anunciador de futuras transformaciones.  Por supuesto, hay riesgos implícitos en el hecho:  Obama puede morir asesinado por la vertiente fanática del país de las libertades, porque su triunfo estaría quebrando sagrados paradigmas del exquisito poder blanco. Ya ocurrido en el pasado con otras figuras prominentes que de alguna manera han amenazado el status quo del poder establecido.