"ARTICULO 2.- La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de traición a la Patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de cualquier ciudadano. ARTICULO 3.- Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos." ¿Qué les parece? La letra y espíritu de la ley vale cuando es ambigua y se presta para propósitos defenestradores. Así es la derecha golpista en todo tiempo y lugar. Lo de Micheletti debe de ser la burla política más grande en mucho tiempo.
MINICOMENTARIOS POLÍTICOS SOBRE VENEZUELA Y EL MUNDO. EL OTRO YO DE Animal político, QUE ES UN BLOG COMEDIDO Y HASTA FASTIDIOSO, A PESAR DE SU NOMBRE. AQUI NO; AQUÍ SE SUELTAN LOS TAQUITOS QUE NO CABEN ALLÁ, BUSCANDO QUE LA VERDAD SEA COMO UNA PIEDRITA EN LA CONCIENCIA. BLOG CESTO DE NOTAS RÁPIDAS.
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martes, 29 de septiembre de 2009
Articulos 2 y 3 de la Constitución de Honduras: de la letra pisoteada y otras burlas
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martes, 15 de septiembre de 2009
Uribe y Arias con gripe porcina, faltando Micheletti y Alan García: ¿quién les cree?
Casualidad. La derecha política se enferma, y nada más y nada menos que del mal que ellos mismos propician en su maquinaria de lucro capitalista: la gripe porcina, la misma cuyo virus le achacan a un laboratorio gringo de difuminar para enriquecerse vendiendo la vacuna después. Hay un medicamento llamado Tamiflu, cuyo accionista es el tal Donald Rumsfeld, perteneciente a la camarilla de George W. Bush, masacradora de países. Así es, el mal dizque se extiende y los señoritos se llenan con su medicina. Hasta en nuestros predios latino y centroamericanos hay dolientes (¿cómo no?), y connotados ellos, como si la gritada enfermedad requiriese más propaganda para generar ese sentimiento de terror que sube las ventas. El primero, el doble cara de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, una criatura vendida en cuerpo y alma al interés extranjero (hasta un Nóbel le dieron); y el segundo (hasta donde va la cuenta), el áspid presidente de Colombia, Álvaro Uribe. ¡Carajo, nadie les cree, por más que saquen la lengua tosiendo! Cualquiera podría pensar que recibieron algo para que enfermasen y promocionaran aún más el virus con su contra. El amigo Rumsfeld les manda las gracias desde su laboratorio, y extiende, con toda seguridad, más invitaciones a otros derechistas pendientes: el gordo Alan García, el golpista Micheletti, entre otros solapados que hay por allí.