Ya no me sorprendo con el sistema cínico mundial que impera en el mundo. Sólo a atino a decir “Es demasiado”. Después de tener la comprensión de que no hay ONU y que en sí no es más que una cofradía de países que hacen y deshacen a su antojo el valor de la vida de los demás, qué puede uno esperar. Tener la certeza de que la ONU, EEUU y los países europeos son un concierto único de intereses, no queda más que continuar con el camino propio, luchando o esperando por cambios. Los EEUU y Europa invaden, y la ONU va detrás murmurando “Lo certifico, lo apruebo” (Irak, Afganistán, Libia, en el ojo Irán y Venezuela). No existe neutralidad ni parcialidad institucional. No existe seguridad internacional, a menos que seas una potencia armada, que inspire cierta preocupación o respeto a los demás. El mundo es un pulso, una fuerza, una competencia, una vida “civilizada” con arranques, apéndices psíquicos primitivos. Europa y los EEUU, certificados por la ONU, se imaginan los dueños del mundo, así, así. Los dueños de vida, los señores feudales planetarios. Un gobierno planetario de ricachones, ejércitos, petroleros, mineros, transnacionales, etc. En sus manos estamos, si no hay revolución. Ayer no más los chinos se inventaron su propio portaaviones y los gringos han armado un berrinche. Se molestan porque otros deciden construirse un artefacto, de los cientos que poseen ellos para asediar pueblos. Como si nadie más tiene derechos, derecho a la defensa, a la ciencia, al progreso. Ellos, los dueños del mundo, prácticamente han secuestrado el derecho humano a crecer, al desarrollo científico. Como si la ciencia les perteneciera, como si la historia del mundo hubiera empezado no en Sumeria (Irak) sino en las colonias inglesas de Norteamérica. Si te haces con un reactor nuclear, debes implorarles el permiso; si compras armas (para defenderte de ellos mismos), debes implorarles el permiso; si aspiras a darle tus propios recursos a los tuyos, debes pedirle el permiso. ¡No me jodan, carajo! Yo imagino que es poco el tiempo que les queda, porque no hay mundo que pueda ser controlado a través de botones indefinidamente. El ingenio humano es como el azogue, escurridizo. Ya empezaron a resbalar los europeos, sociedad hedonista que lo último que hizo fue vivir el oro que históricamente explotó a los demás, lista para correr la suerte del viejo Imperio Romano. Los EEUU aún poseen el fuelle para latiguear al mundo un poco más, mientras dura el petróleo, mientras el mundo se sume en un nuevo cambio político-glaciar, mientras los bárbaros se alistan con sus revoluciones e inyecciones (bazucas) de humanidad.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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