Ya lo hemos oído antes. Es el Jefe del Estado Mayor Conjunto de los EEUU, almirante Mike Mullen. El mismo que dice tener sobre sus hombros dos guerras de su país, a saber, la de Irak y la de Afganistán. Y el quiere saber si puede soportar una tercera, a saber otra vez, la de Irán. De lo más simple dice que le preocupa la inestabilidad política del Medio Oriente, y dice tener la certeza de que Irán maneja artefactos nucleares (George Bush es universal). El superhombre sigue su reflexión, ante los medios de comunicación, anunciando que, a pesar de su preocupación, no tiene dudas de que su país pueda sortear el peso de tres conflictos bélicos a un tiempo, pero que sería como mucho trabajo para él, el humilde humano. ¡Es lo menos que puede esperarse de la Central Policial Mundial, con unidades operativas listas para sofocar cualquier detalle en tiempos de la Guerra de las Galaxias! Eso se preocupa, es cierto, pero no por los iraníes futuros que hayan de morir, sino por los detalles logísticos de su gran ejército, a punto de ser sometido a una prueba de fuego con una tercera guerra. ¿Podrá o no podrá? ¿Ser o no ser? ¡Carajo, la preocupación no es por los que mueran del lado enemigo, sino la imagen internacional de los EEUU como primera potencia militar del mundo y la imagen personal propia como el súper almirante de todos los tiempos. Ni Napoleón o Bolívar; menos Julio César y Alejandro Magno, que son unos rolos de viejos.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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