Ya ustedes ven: el dólar coge culillo y se hunde. Hace poco nomás el presidente de Irán propuso en una cumbre de la OPEP que la moneda de comercialización petrolera no fuese el dólar sino el euro. Bueno, aquí la cosa no impresiona: los dos países, EEUU e Irán, se confrontan como potenciales enemigos militares y las acciones de unos en contra de otros no sorprenden. Pero vea bien: hay temor en Japón y China, cuyos dirigentes ya parecen querer cambiar la denominación y monto de sus reservas hacia otra denominación diferente al dólar. Y sin ir tan lejos, aquí en América Latina apenas ayer Argentina y Brasil hablaron de concretar su comercio en pesos argentinos o reales brasileños. Nada de dólar. ¡Vaya, vaya! ¿Cómo sufrirán las criaturitas extranjeras y criollas que menosprecian su propia tierra? De paso Venezuela se pronuncia y aboga por ingresar en la modalidad. Un buen palo cochinero a la estampa de la moneda que se fabrica y se pone audazmente a circular sin el debido respaldo y garantía compensatorios. Sin duda estos países del MERCOSUR y el MERCOSUR mismo son un fundamental precedente en la consolidación de una moneda única latinoamericana. A contrapelo de campañas mediáticas y satanizadoras, la integración bolivariana avanza, para terror de las castas de poder en América Latina. Ellos, estos explotadores de siempre, son los únicos quienes se oponen a un modelo político integral para la América Latina, mismos que celebran la fortaleza del modelo mancomunado de la Comunidad Económica Europea (CEE). ¿Quién los entiende? Dicen amar al país donde nacieron, pero sueñan con que otros patios sean los fuertes. Es gente ya no alienada, sino alienígena.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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