¿Recuerdan la fiereza con que Fedecámaras y Consecomercio se opusieron a la medida de decretar el día 2 de febrero como no laborable, presuntamente porque la paralización afectaba la economía del país y sumía a Venezuela en el atraso? ¿Lo recuerdan, no? ¡Cómo salían en las pantallas de televisión sus voceros a rasgarse las vestiduras porque se preocupanban por el país, por sus trabajadores, sus pobres, la generación de riquezas, sus empresarios y empleados, Venezuela y su estabilidad! ¿Los recuerdan? Siempre concluyendo sus alocuciones con que Chávez, el tirano, hundía al país porque se decretaba un día no laborable. ¡Pero vean, dioses del cielo, el cinismo de tanto hijo de sus madres en el país! ¡Cuánta hipocresía! También podemos recordar cuándo ellos, Consecomercio y Fedecámaras, avalaron el paro patronal de 62 días entre los años 2.002 y 2.003, generando pérdidas por el orden de 30 mil millones de dólares, miles de desempleados como empresas cerradas. En ese entonces no dijeron ni pío y, por el contrario, cerraron sus empresas para poner su granito de arena en la conspiración de asfixiar económicamente a Venezuela. ¿Qué les parece? ¿Con qué se come eso? ¿No es como para 
desearles que un buen rayo les caiga en la base de las espaldas y los parta de una? Si usted divide 30 mil millones de dólares entre 26 millones (la población del país), obtiene algo así como 1.153 millones de dólares por cada venezolano. ¡Lo que ellos tiraron por la borda habría hecho rico a cada habitante! ¡Y así se llaman patriotas y hasta venezolanos!
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