Está claro: quienes joden al país son los viejos, y demás está decir bichos de vieja data. En otras palabras: la mentalidad adeco-copeyana enquistada, reacia al cambio (loro viejo no aprende a hablar, ni cambia), haciendo su esfuerzo para que las nuevas generaciones piense como ellos, engañando por doquier, como siempre ha hecho. Al mirar el cuadro político del país, no queda dudas. Dinosaurios intentando desviar marchas, como Ledezma, Alcalde Mayor; animalitos acostumbrados a hacer y deshacer, es decir, a conminar, a insultar, agitar, como Ramos Allup y Ravell. Como apéndices de un pasado que muere, pero aún con influencias en el espectro político actual (gloria duradera de sus viejas prebendas), andan en una onda de no ceder, de no pasar, de envolver a los jóvenes, a los estudiantes, confundiéndolos, chantajeándolos con no darles más coberturas en el único poder de manipulación que todavía les queda: dinero y medios de comunicación. Como hizo en un pasado “don Marcel Granier” con su canal en contra de Jaime Lusinchi, entonces Presidente de Venezuela. Y el resultado de ellos es realmente hilarante: jóvenes burgueses creyéndose la última bebida en materia de revolución, soltando a boca de jarro que representan el movimiento estudiantil de Venezuela, a Venezuela y a su sociedad de bajos recursos. ¡Una pelusa de engaño! Sin duda no queda más que esperar que el tiempo se los lleve, que su generación pase, como decía cierto filósofo español, para que el cambio en verdad se concrete en entre los venezolanos. Si usted quiere una prueba en vivo de lo que hablo, vaya a la dirección http://aporrea.org/oposicion/n134338.html y note cómo habla un dinosaurio: con lo único que conoce, es decir, el pasado, golpes de Estado, técnicas de omisión democrática, guerras, persecuciones, violaciones…
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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