No comprendo; quiero comprender. ¡Que alguien me diga ─como dice la canción─, me explique! Los estudiantes de la UCV protestan una ley que los favorece y manifiestan estar decididos a salir a protestar el día 10 de enero si es promulgada. Esto es, la nueva Ley de Educación Universitaria, misma que (1) democratiza el ingreso del estudiante venezolano a la educación superior, respetando la proporcionalidad y correlación de la composición social del país, (2) da participación y voto al obrero en la elección de las autoridades universitarias, así como (3) iguala el voto del estudiante con el de cualquier otro miembro de la comunidad universitaria a la hora de sufragar y elegir cargos y autoridades. ¡Pero enhorabuena, porque un estudiante universitario es, en primer término, un ciudadano con plenos derechos, con toda seguridad mayor de edad; luego, es miembro de su universidad (como diría Manuel Rosales), conocedor de ella, por ende facultado para opinar sobre su sistema educativo! ¿Sabía usted que el voto de un estudiante vale el 50% o menos que el voto de un profesor a la hora de votar la elección de los cargos? Bueno, la nueva ley corrige el desafuero, así como facultad a otros miembros de la comunidad universitaria (obreros) a opinar y elegir sobre aspectos de su entorno y diaria convivencia. De modo que no entiendo la reacción de los muchachos que “vencen las sombras” cuando se oponen a un instrumento que les da paridad respecto de otros actores de su comunidad. ¡Qué alguien me explique, caramba! Tal parece que los muchachurros son una sarta de pendejitos manipulados por sus profesores y rectores, quienes se la llevan adonde quieren para protestar por criterios más afectos a la defensa de sus intereses profesorales y burocráticos que estudiantiles. ¡Fin de mundo esta broma, hombre! Ellos, los profesores y autoridades saben que tienen a la mano a unos borregos, y que la ley misma aperturaría una masificación de criterios e igualdades que atentaría contra ese ascendente digamos borreguero que detentan, aunque el efecto mayor sería el desbancamiento de esa autocracia magisterial que les procura su archidefendida autonomía universitaria (estemos claros). Ahora sí que estoy pensando que se concreta esa expresión del otrora ex rector de la UCV, Edmundo Chirinos: estos estudiantes universitarios sí que son una “generación boba”, paisano.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
1 comentario:
muy interesante la información
saludos
Publicar un comentario