No sé ustedes, pero para mí suena, a más de burla, a cinismo puro. Venezuela protesta recientemente la incursión de un avión norteamericano en el norte de su frontera y el embajador norteamericano, Patrick Duddy, declara "que una mayor cooperación en materia antidrogas (...) podrían evitar dichos incidentes posiblemente en el futuro". ¡Caramba, ¿cómo y con qué se come eso?! El avión, un Viking S-3, de guerra antisubmarina, con poderosísimos radares, al decir del embajador andaba pescando narcotraficantes, equivocándose de fronteras, de paso. Pero lo pesado no es eso, que una avión con cargamento nuclear, si se quiere, penetre el territorio como de hecho lo penetró (aunque sin tal cargamento, siendo ello una falla nuestra de defensa); el problema es el cinismo insólito de una gente que está acostumbrada a hacer las cosas porque sí, porque a ellos les da la gana, claramente esbozando que Venezuela tiene que colaborar con ellos por la fuerza en la supuesta lucha que libra contra el narcotráfico y el terrorismo. Así, a lo candela, porque si no, no estás con ellos y eres enemigo. ¡Carajo, no nos da la gana, pues, y se acabó! Venezuela es soberana y luchará contra el narcotráfico sin prostituir su soberanía. ¿Acaso que para contener el flujo de estupefacientes está escrito que los países se deben dejar penetrar en su territorio y dejarse colocar una base militar norteamericana, al estilo Manta, de Ecuador, al estilo Colombia, Perú o cualquier otro país de piernas abiertas? Además, ¿quién carrizos cree en esfuerzos de nada contra el narcotráfico? Y de los EEUU, menos. EEUU es el mayor consumidor de cocaína del mundo y mucho de la solución está en entraña propia; no jodiendo a los demás ni argumentando payasadas para meterse en las habitaciones de las casas ajenas. El cinismo hecho política de Estado: “podrían evitar dichos incidentes posiblemente el futuro”. Es decir, se van a seguir metiendo. El asunto tozudo recuerda a la ayuda reciente que le ofrecieron a Birmania, cuando el desastre natural. El pobre país se tenía que dejar "ayudar" a la fuerza por ellos, porque si no, ellos, los gringuitos buenos, penetrarían el territorio del país para lanzarles comida a los damnificados desde el cielo. ¡Ah, llegó el maná! ¿Hasta cuándo tanta estupidez en el mundo? Hay tanto feudo por allí que tales cosas como lo más normal. Al menos de Venezuela los corrimos de La Carlota y no los dejamos entrar con el cuento de la ayuda que ofrecieron para meterse en Vargas. "Yanqui, go home", les espetáría Alí Primera.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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