El 1987 en la ONU se votó el "derecho a resistir" que tienen los pueblos bajo coloniaje, y en esa ocasión EEUU e Israel se pronunciaron en contra porque consideraron que semejante "resistencia legítima" que se les confería era para ellos más precisamente un problema de terrorismo, resistencia y guerra. Como si dijeran que los asediados no pueden tener derecho a la defensa porque estarían incurriendo entonces en actos confesados de terrorismo al defenderse, según doctrina gringa, colombiana o israelita, casualmente muy en boga en Latinoamérica. Nunca las potencias dominantes y sus lacayos comulgarán con el derecho a la defensa de los pueblos por ellos asediados y será su uso y costumbre, más acomodados a ellas, el inventar doctrinas o tesis que emborronen la cuenta, como el cuento ese de tomar el término mismo que utilizan los oprimidos (defensa legítima) para acomodarlo a sus intereses imperiales de agresión. ¡Vaya cinismo! Colombia, Israel y EEUU bombardean y la reacción airada y defensiva de un Ecuador, pongamos por caso (o de Venezuela, eventualmente), es un acto de terrorismo. ¿Usted lo ve? No es el agredido el que se hace con la expresión de "legítima defensa" para defenderse, sino el agresor para agredir con basamento legítimo. Fin de mundo. Decía Fidel Castro respecto de la Cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea, celebrada recientemente en Lima, el 15 de mayo, que en la declaración final algo de esto se filtraba: se daba a "entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio". ¡Caramba, del 1987 al 2007 y seguimos con eso, actitudes perdidas contranaturales, nacionalmente hablando! ¡Caramba, el cambio debe comenzar por quienes están bajo asedio! ¿No estamos de acuerdo? Jamás el sistema imperial lo ensayará siquiera, pila de países incapaces de la reflexión histórica. Vea como votaron la recientemente aprobada Declaración de la Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (13 septiembre de 2007), una ley de retribución justiciera y ocasión para descargar un poco la culpa genocida del pasado: 143 países a favor, 11 abstenciones (¡entre ellos Colombia!) y 4 abstenciones (¿a qué no adivinan?: EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda). Tiene que llegar la hora de abrir los ojos. Ya es suficiente.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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