Parece decidido: Obama ganará las elecciones de los EEUU. Es ya decisión de la oligarquía norteamericana. Es ya insostenible el estilo directo colonial de los EEUU en el mundo, con mucho más peso en el ala después de la locuaz gestión de Bush. Todo anda por los suelos, con crisis económicas y demás. China se los anda echando (a los EEUU) por el pico. Y por ello McCain no ganaría, porque es más de lo mismo, el continuismo de las políticas de George Bush y de la tradición republicana. Los grandes gurúes del poder determinaron que Obama es esa posibilidad de cambio que le lavará la cara a la deteriorada forma de hacer política en los EEUU. Ojo, pero nada de optimismo de ningún tipo. Obama es, como lo dijo el periodista francés en una entrevista, Thierry Meyssan, la promesa de un "imperialismo más presentable", la posibilidad de seguir en el mando el minoritario grupo de poder en los EEUU. Pero no deja de haber un maquiavélico cálculo implicado: si el asunto falla con el negrito, no se perderá la ocasión de que sea un negro quien anuncie la quiebra del país y enfrenta los conflictos sociales. Después de todo, blanquita es la oligarquía de los EEUU, preferentemente portadora del gen sajón. Demás está afirmar que en EEUU no manda presidente alguno, menos en su supuesta condición de representante popular. ¡Que va! Las cúpulas se escudan detrás de la maraña de una compleja mecánica electoral, donde la gente vota pero no elige.
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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