¿Qué es lo que está pasando en el mundo? Es una pregunta que te puedes hacer, que me puedo hacer cuando te sorprendes con su evolución, con su locura, si atribuible a otros. Total, es una pregunta y alude a muchas cosas, a tantas protestas en contra de tantas vainas. Pero cuando uno se hace la pregunta y se echa la responsabilidad uno mismo, la cosa cambia. Uno es culpable, caramba. Y así se ven las cosas cuando ocurre lo que ahora en la ONU, con sus trabas para aceptar a Palestina como el miembro número 194 de su organización. Uno no deja de asombrarse con la lógica del poder y el descaro abominable de algunas condiciones humanas, con las que compartimos la especie, ¿cómo negarlo? Sobretodo cuando se trata de una nación que vive sitiada, en una especie de campo de concentración administrado por Israel, sus victimario, otrora el pueblo martirizado por los nazis. ¡Vaya, las vueltas que da la vida! De víctimas a victimarios. En fin, eso lo sabemos. Lo que nos asombra hoy es que a Palestina (independientemente de quienes sean sus victimarios), como cualquier Estado que precise de ayuda humanitaria y se beneficie con la acción de reconocimiento internacional como Estado, institucionalmente se le niegue. Pero ya vemos cómo es la vaina, las vainas del mundo loco. Entre los mismos israelíes, el hoy pueblo victimario, más del 70% está de acuerdo con el reconocimiento de Palestina ante la ONU. Es una razón verdaderamente significativa, que nos dice que los pueblos pueblos no son en tanto están conformados por una sarta de habitantes impotente, sometida por unos cuantos burócratas y plutócratas del poder mundial, que anulan. “¿Qué es lo que pasa?”, se puede uno seguir preguntando cuando nota que los rebeldes libios (hoy CNT, Consejo Nacional de Transición) fueron reconocidos rápidamente como representantes de Libia ante la ONU, pudiéndose sentar con derechos en la cámara del órgano multilateral, y, por contraste nota uno también que no ocurre así con Palestina, a pesar de las décadas de lucha en pro de su reconocimiento político. Es simplemente una barbarie de la refinada civilización actual (y valga el contrasentido), transida del interés monetario y poder imperial. ¡Unos bandoleros libios como representantes de Estado ante la ONU, negándosele el mismo reconocimiento, por otro lado, a una nación históricamente sitiada cuyos habitantes lanzas piedras para defenderse y cada día toma más la forma de un gueto con visos de vergonzosa aprobación internacional! Bajeza humana es lo que es para la dignidad de cada quien. Y lo lo peor de lo peor: EEUU, un sólo país, con su poder de veto ante el Consejo de Seguridad, puede impedir la aprobación mayoritaria que respalda el ingreso palestino. El colmo de un servilismo y coloniaje mundiales. ¿Qué hacen los países del mundo que no se retiran en bloque, como protesta, de una organización que no sirve para un carajo y que rindió sus beneficios políticos multilaterales para otras épocas y contextos y hoy luce vetusta e inservible para la dignidad y el sentido de equidad de los pueblos del mundo?
LA ONU CONTRA LA HUMANIDAD
Hace 1 mes
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